Salud y Bienestar
20/05/2019 19:06:30



Sabemos que un cerebro en descanso no es uno inactivo. De hecho, cuando los estudiantes no están enfocados en una tarea, sus cerebros están ocupados procesando información y haciendo conexiones.  

Pasar entre tres a cinco minutos varias veces al día en bailes, estiramientos y movimientos ¿es una parte importante del aprendizaje o una distracción innecesaria? 




Los descansos son importantes 

Las investigaciones realizadas sobre los recreos del cerebro durante la clase dieron como resultado un mejor comportamiento y un mejor manejo del tiempo por parte de los estudiantes en su propia tarea. Los descansos cerebrales apoyan la comprensión lectora y el pensamiento creativo de los niños. Hay momentos en que nosotros mismos vemos el resultado de los mismos en nuestra labor (y es posible que también necesitemos un descanso mental). 

Por lo tanto, las interrupciones del cerebro son algo que al menos debemos intentar. Aquí está cómo hacerlas: 


Planificar los descansos de acuerdo a las edades 

Los niños más pequeños tienen menos resistencia que los estudiantes mayores. Los estudiantes de nivel inicial pueden tener descansos cada cinco o 10 minutos, mientras que los estudiantes mayores pueden concentrarse durante 15 a 30 minutos.

Durante el trabajo individual

Sabiendo que la calidad de la concentración va decayendo desde los 30 minutos, habrá que pensar en interrupciones cerebrales programadas de vez en cuando, sosteniéndolas incluso si la actividad demanda el trabajo individual de los alumnos.

Enseñar a fragmentar el cerebro como cualquier otro tema.

Es poco recomendable sumergirse de lleno el primer día. Primero, habrá que modelar la ruptura del cerebro (cómo hacerlo, explicar por qué lo hacemos, etc.). Luego, habrá que practicarlo, hacer devoluciones a los alumnos y pedir sus opiniones al respecto. Por último, hay que repetirlo hasta que sea como cualquier otra rutina en la clase.

Los descansos cerebrales pueden ser académicos

Un descanso cerebral puede ser, por ejemplo, después de una mini-lección sobre el conteo, hacer que los estudiantes cuenten cuántos pasos les lleva pasar de la alfombra a sus escritorios. O, en lectura, hacer que los estudiantes canten canciones ABC antes de comenzar una nueva actividad.

Usar actividades programadas y recolecciones no planificadas

Si sientes que estás alargando una lección o notas que los estudiantes están desenfocados, incorpora una pausa para el cerebro improvisada, como una fiesta de baile de tres minutos con una canción favorita de la clase, o juega un juego rápido de seguir al líder o Simon Dice.

Sé Flexible

Si configuras el temporizador durante cinco minutos, pero los estudiantes están listos para trabajar después de uno, detén el descanso y comienza a trabajar. El objetivo siempre es reenfocar a los estudiantes en el trabajo, no completar el baile o terminar un juego.

El mejor descanso para tu clase será el que todos disfruten.

- Hacer un ritmo con el cuerpo y que los alumnos lo copien suele ser una buena actividad para todos los niveles.

- Colorear mandalas

- Escuchar música

- Desplazarnos en el espacio como animales

- Hacer sonidos simples para que los alumnos copien (tuc tuc tuc + tuc tuctuctuc tuc + tuc tuctuc tuctuc tuuuuuuc)

- jugar al teléfono descompuesto

- jugar al teléfono descompuesto con acciones: hacer que los niños ser paren en fila. El anteúltimo se da vuelta para mirar al último que realiza una acción (beber un vaso de agua, por ejemplo). Luego, el anteúltimo se da vuelta, le toca el hombro al siguiente para que voltee y repite la acción. Así hasta llegar al primero.




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